sábado, 6 de julio de 2013

Google promete que las Glass no producirán adicción



Google ha intentado apaciguar la incertidumbre que sus gafas Glass, cuyo lanzamiento comercial en Estados Unidos se prevé para el próximo año, han generado en muchos. Para ello, ha publicado un documento de seis páginas en el que responde a las dudas más habituales y explica que el objetivo de las Glass es, precisamente, que se utilicen menos y de forma más eficiente que, por ejemplo, los smartphones.

En él, la compañía se ha mostrado tajante respecto a temas como el reconocimiento facial, del que ya ha asegurado que no se incorporará al dispositivo, y algo más abstracta en cuanto a otros, como la posibilidad de que se tomen fotografía y vídeo a terceros sin conocimiento de los mismos.
¿Sabremos si nos están grabando?

Las grabaciones no autorizadas despertaron la preocupación de las autoridades internacionales, y de particulares, como, por ejemplo, los dueños de locales de ocio de Las Vegas, que incluso se plantean prohibir la entrada de este dispositivo en sus recintos.

En el texto, Google especifica que las Glass están dotadas de “señales explícitas” que avisan a los demás si el dispositivo está grabando o tomando fotos. Según especifica, se requiere un comando de voz o un gesto, como presionar un botón situado en la montura de las gafas, para activar esta función, y la pantalla, desactivada por defecto, se ilumina siempre que está en uso.

Cualquiera de estas circunstancias, asegura Google, muestra que las gafas están grabando. La pregunta ahora es: ¿son éstas señales específicas solo para la toma de vídeo y fotografías? Si el usuario presiona el botón en vez de utilizar el comando de voz “OK Glass, record a video” del que habla Google y la pantalla se ilumina cada vez que las gafas sean usadas para lo que sea, ¿cómo sabremos si quien las lleva nos está grabando o si, en realidad, está consultando un itinerario en Maps?
Una experiencia no inmersiva

Por otra parte, Google se ha dirigido a quienes consideran que estas lentes, que pesan 40 gramos, nos volverán aún más adictos a la tecnología de lo que ya somos: “Glass no está diseñada para ser una experiencia de distracción, y no es, en absoluto, realidad aumentada”.

El gigante de Internet asegura que “la gente saca su smartphone del bolsillo demasiadas veces”, y que lo que pretende es que Glass se convierta en “una experiencia manos libres elegante”, pero que no cubra los ojos de sus usuarios, impidiendo así el contacto visual con el entorno y con quienes los rodean.

La compañía indica que los 2.000 desarrolladores y los 8.000 exploradores, con un perfil menos techieque los primeros, que ya están usando las Google Glass cuentan que, tras varias semanas utilizando el dispositivo, utilizan la tecnología menos, pero de forma más eficiente. “Eso es así porque obtienen la información que quieren cuando la quieren y, simplemente, siguen con su día”.

En el texto, Google también habla de las funcionalidades que incluye Glassware, el nombre que ha elegido para el conjunto de aplicaciones con las que funcionan las gafas. De momento, permite utilizarla búsqueda mediante comandos de voz, la navegación GPS, Gmail, Calendar, llamadas telefónicas y SMS (a través de una conexión bluetooth con nuestro teléfono) y realizar fotografías, vídeos y videocharlas. Aun así, la intención de la compañía es que el ritmo de actualización de Glassware sea mensual.

Foto cc: tedeytan

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