Un ejemplo de un elemento que puede ser revolucionario es la expansión de las impresoras 3D, ya a la venta en grandes almacenes de electrónica, capaces de imprimir objetos plásticos a través de modelos informáticos. Cualquier utensilio pequeño o herramienta o incluso objeto grande que se pueda montar por módulos estaría a disposición de un usuario en casa. Existen muchas posibilidades, y algunas de ellas peligrosas como la fabricación de armas no detectables. Ya se está planificando la construcción de bases extraterrestres gracias a la impresión 3D, e incluso se vaticina el fin del capitalismo como modélo económico al permitir que cada individuo se convierta en productor según algunas teorías, aunque cuesta pensar que los grandes poderes económicos no vayan a intentar evitar a toda costa que algo cuestione su hegemonía.
Otro elemento que está comenzando a extenderse son las gafas de realidad aumentada como las Google Glass. Al más puro estilo Dragon Ball, donde los guerreros del espacio tenían una lente que les indicaba la ubicación de sus contrincantes y su fuerza, las Google Glass pueden tener utilidades de localización, de darnos información de lo que estamos viendo, de videoconferencias académicas (usos médicos por ejemplo...).
Lo cierto es que aunque hace año y medio se apostaba muy fuerte por este proyecto, parece algo estancado y su lanzamiento sufre constantes retrasos.
Algunos ejemplos de realidad aumentada:
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