lunes, 27 de abril de 2015

En América Latina, 21% de los libros ya son digitales

Si usted tiene la sensación de que se publican muchísimos libros cada año en Latinoamérica, las cifras le dan la razón y lo sorprenderán.
El Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc, un organismo intergubernamental) acaba de entregar una radiografía del mundo editorial de la región, así como de España y Portugal, en el libro El espacio iberoamericano del libro 2014, que consigna datos reveladores.

Uno de ellos es que en 2013 se registraron en promedio 840 títulos diarios en Iberoamérica (302.199 anuales), mientras que la cifra para América Latina fue de 532 títulos diarios, es decir 194.009 al año.
Si nos detenemos en la región, el informe indica que Brasil es el país que más edita (235 títulos diarios), seguido de México con 81 y Argentina con 76.
Colombia, en cambio, apenas aporta el 8 por ciento (43 títulos) y Venezuela y Ecuador son los que menos están produciendo.
“La edición de libros sigue mostrando un gran dinamismo en Iberoamérica”, dice Fernando Zapata, director del Cerlalc, en la presentación del libro que toma las cifras del Número Estándar Internacional de Libros o ISBN.
El caso de España
El documento llama la atención sobre el descenso de la producción en España e indica que, en promedio, produce 244 por día, el valor más bajo desde 2009.
De acuerdo con los expertos del informe, este país se ha visto afectado por la crisis, las nuevas plataformas de distribución y la incursión del mundo digital.
“En 2013, el registro de títulos españoles se encuentra en niveles similares a los de 2006. Se mantiene la tendencia decreciente de los últimos años”.
Confirma la importancia que América Latina está teniendo para ese mercado. “España continúa siendo la principal fuente de producción editorial en Iberoamérica, y en época de contracciones, América Latina ha tendido a convertirse en un bastión para sus principales casas editoriales”, dice el documento.
Crece el libro digital
Si hay algo revelador en el informe es el crecimiento de la producción de libros en formatos digitales.
Es claro que el libro impreso sigue siendo el dueño del mercado (representa el 79 por ciento), pero ha venido perdiendo fuerza desde el año 2000, cuando representaba el 96 por ciento.
“La oferta para soportes digitales viene aumentando constantemente y se ubica en el 21 por ciento del total de títulos registrados en el 2013; un porcentaje que se acerca a las cifras de Europa y Estados Unidos”, indica el Cerlalc, autor del informe. Y señala la conectividad y el acceso a las Tecnologías de la Información como una de las razones.
De toda la región son Brasil, Colombia y México, en ese orden, los países que más están apostando por editar en formatos digitales. Bolivia, Panamá y Paraguay son los más quedados en el tema.
Bernardo Jaramillo, subdirector del Cerlalc, afirma que aún faltan muchos años para que el libro impreso sea destronado, pero “a la vuelta de diez años ocurrirá otra cosa”.
El Gobierno, por su parte, desde la Biblioteca Nacional, adelanta un proceso para digitalizar varios libros. Hace dos años publicó su primer libro electrónico: La Vorágine, de José Eustasio Rivera, y ahora tiene más de diez.
“La apuesta del Ministerio es que haya más lectores en cualquier formato. Pero sí consideramos clave que haya conectividad en las bibliotecas y que los bibliotecarios estén formados en el uso de formatos digitales”, dice Consuelo Gaitán, directora de la Biblioteca Nacional.
El desafío, sin embargo, es grande y va más allá de la Biblioteca Nacional, pues según el informe del Cerlalc, en Colombia el 78 por ciento de lo que edita el sector público es en formatos impresos y apenas un 22 por ciento es en digitales.
Literatura, la reina
Durante más 15 años, las editoriales apostaban por publicar más libros de ciencias sociales que de otras materias y, por eso, ese tema siempre estuvo en la cima de la edición. Sin embargo, ahora, según muestra el informe, la literatura es la reina.
“El aumento de los títulos en literatura, según países, lo encabezan México, Argentina y Colombia”.
En el caso de nuestro país esto coincide con los gustos de los colombianos al leer. De acuerdo con la Encuesta de Consumo Cultural del Dane, 2014, lo que más leen aquellos que leen es narrativa (novelas y cuentos), seguido de asuntos de religión y esoterismo, autoayuda, historia y, por último, biografías.
Niños, buen mercado
Otra de las novedades es que la literatura infantil y juvenil está “contribuyendo positivamente” a la oferta editorial de América Latina y viene creciendo desde 2010.
“Este hecho muestra que las políticas públicas de promoción de lectura y las estrategias editoriales dirigidas a la población infantil y juvenil se han materializado en una mayor oferta de títulos de algunos países”.
En este punto se destacan Argentina, Colombia, Chile, México y Uruguay. Todos, con programas de entrega de libros gratuitos en escuelas, como ‘Leer es mi cuento’, de nuestro país, que ha entregado 19.400 libros en instituciones educativas.
Paradójicamente, aunque los niños y jóvenes son los más cercanos al mundo digital, “el papel tiene aún una fuerte presencia en la literatura infantil y juvenil”.
Eso, en todo caso, estaría cambiando pues se registra una tendencia progresiva a producir libros infantiles digitales y con posibilidad de interactividad.
Colombia tiene ejemplos que mostrar en este campo: el Pájaro de los mil cantos, un cuento con versión en papel y una aplicación móvil que usa un sistema de realidad aumentada y permite escuchar a los pájaros del libro; o Butrón, cuentos para niños con barba, que amplían el concepto de libro digital a transmedia, son algunos de ellos.
Más autores-editores
En América Latina, quienes más publican siguen siendo las editoriales comerciales, seguidas de las ONG y las editoriales universitarias. Pero una nueva forma de edición comienza a llamar la atención: los autores-editores.
El fenómeno tiene que ver con la búsqueda de muchos autores de hacerles el quite a las editoriales tradicionales como único camino para publicar sus textos. Para financiarse, recurren a plataformas de crowdfunding o financiación en masa. A través de ellas, por ejemplo, piden a sus lectores y amigos que ayuden a pagar los costos de su libro a cambio de aparecer como socios de ellos en las portadas y de enviarles el resultado final, entre otras opciones.
“En los últimos dos años, los títulos registrados rondaban el 8 por ciento pero en 2013 aumentaron a 10 por ciento del total”, indica el libro que presenta el mapa de la edición.
¿Dónde y cuándo?
Los libros, ‘El espacio ibero- americano del libro 2014’ y ‘Metodología común para explorar y medir el comporta- miento lector. El encuentro con lo digital’, se presentarán en el Gimnasio Moderno el 12 de mayo, a las 7 p.m.
‘La gente lee más hoy, sin duda’
“El mundo del libro está cambiando radicalmente, no solo en la producción y circulación del libro sino donde y como lee la gente”, dice Bernardo Jaramillo, subdirector del Centro Regional del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc).
Sobre esa idea está basada la propuesta que lanza la entidad para cambiar la forma en que se mide el comportamiento lector de las personas.
Actualmente, la mayoría de los países se enfoca en preguntar cuántos libros lee cada persona en promedio al año.
Así, en Colombia se ha hablado de que los mayores de 12 años leen 1,9 libros en promedio al año.
Sin embargo, para esta entidad experta en el tema, esas cifras no dicen toda la verdad y hace falta preguntar cuánto se lee en entornos digitales. “Hay una visión ‘librodeterminista’, como si la gente solo leyera libros. Nosotros creemos que hoy la gente lee más sin duda, pero lo hace de forma segmentada”, agrega.
Por eso, la propuesta llamada ‘Metodología para explorar y medir el comportamiento lector’ propone preguntar no solo cuántos libros lee, sino en qué formatos y si lee blogs, periódicos, revistas o correos electrónicos.
“También proponemos preguntar si la gente lee con la televisión encendida, si chatea mientras lo hace o si comparte lo que lee en redes sociales, entre otras cosas”, agrega Lenin Monak, coordinador de Estudios y Estadísticas del Cerlalc, quien participó en el diseño de la encuesta, que contó con apoyo de Concaulta de México y de la Agencia de Cooperación Española.
La idea es que todos los países de la región acojan esta nueva encuesta y se haga de forma sincrónica para obtener datos que puedan ser comparables.
CATALINA OQUENDO B.
@cataoquendo
Cultura y Entretenimiento

0 comentarios :

Publicar un comentario