Con Project HoloLens nos enseñaron que puede existir una solución que conjuga la realidad aumentada con la virtual, ideal para generar “hologramas” en la estancia donde nos encontremos. Todo ello con solo ponernos un casco, sin cables de por medio. Pero alguien tiene que crear las ilusiones que vamos a percibir, y la forma de hacerlo no es sencilla, y requiere de mucha calidad en el proceso.
Para resolvernos algunas dudas, Microsoft nos muestra cómo capturan a diferentes personajes, que terminan convirtiendo en elementos 3D, y formarán parte de una reproducción de vídeo que podremos contemplar desde cualquier ángulo. Perspectiva que iremos cambiando en tiempo real al mover el casco.
El mapa de datos por cada frame está compuesto por más de 2,7 millones de puntos
Para crear estos “hologramas”, Microsoft pone en funcionamiento más de cien cámaras que registran cualquier movimiento y detalle de los actores. Luego se pasa por un complicado proceso en el que los modelos 3D van tomando forma, frame a frame, y es que debemos recordar que lo que vamos a ver al final es una animación, no un objeto estático.
Se hace hincapié en que hay partes del proceso que se trabajan un poco más que el resto, como el registro de las caras y manos de los actores, donde es necesario recoger más información y detalle. Como habéis podido comprobar en el vídeo, no hay problema para registrar más de una persona a la vez, y multitud de objetos con los que interactuar.
También nos introducen la posibilidad de enviar la información vía streaming, para ser visualizada en servicios como YouTube. Sus algoritmos permiten enviar los datos a una calidad de 12 megabits por segundo.
Nos podemos imaginar multitud de aplicaciones prácticas de las capacidades de esta tecnología de registro, como pueden ser los juegos o películas virtuales. La interacción con otros caracteres, y la forma de contarnos las historias, van a llegar a otro nivel con HoloLens.
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