lunes, 24 de agosto de 2015

Desaparición de teléfonos celulares marcará entrada de la humanidad a un mundo de ficción

El fin de esos dispositivos que cambiaron para siempre la vida ya está pronosticado, y lo que viene solo cabe en las mentes con imaginación.
Getty Images
A lo largo de sus más o menos 30 años de existencia, los móviles se convirtieron en verdugos de otras herramientas tecnológicas, comorecuerda El Comercio de Perú: por ellos desaparecieron o quedaron en condición irreversible de extinción inminente —por supuesto— los teléfonos tradicionales, el navegador GPS, la cámara compacta, el block de notas, el MP3, los periódicos impresos, las tarjetas de crédito y débito, los calendarios y las consolas portátiles de videojuegos.

Los primeros indicios de este cambio significativo los han planteado las decisiones y las tendencias de las grandes empresas tecnológicas dedicadas a este segmento. Por ejemplo, hace cinco años, Nokia y Blackberry eran dos grandes en el mundo de los celulares, recuerda Rory Cellan-Jones
 en una nota de tecnología en BBC Mundo. “Pero en este momento, una ya no existe, y la otra, apenas se ve”.Sobre los escombros y el recuerdo de varios de esos dispositivos, los celulares reinaron y reinarán por unos años más, pero también tienen su tiempo contado. Y cuando eso ocurra (muchos fijan como fecha fatal el año 2035), el mundo se desenvolverá en una realidad que hoy apenas esbozan las obras más imaginativas de ciencia ficción.
En marzo pasado, Cellan-Jones entrevistó a Kazuo Hirai, director de Sony, en el marco del Congreso Mundial de la Telefonía Móvil 2015, realizado en Barcelona. Le preguntó si podía asegurar que, en cinco años, Sony seguiría estando en el negocio de los teléfonos móviles. "No hay garantía de que estemos en ningún rubro en cinco años. Es la naturaleza del sector electrónico", le respondió Hirai. Pocas semanas atrás, Hirai había reconocido que la tecnología móvil no era fundamental para el futuro de Sony.
Cellan-Jones informó que Sony ha estado gastando dinero en tecnología "usable" —prendas de vestir que incorporan elementos tecnológicos— (wearable technology), ha sacado a la venta relojes inteligentes y brazaletes que registran diferentes aspectos relacionados con la salud sin analizar cuán exitosos han sido y ha probado el prototipo de Sony Smart EyeGlass, lentes inteligentes que muestran hologramas.
En este contexto, se presentan las predicciones que acaba de hacer Nuria Oliver, doctora por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en informática y directora científica en Telefónica I+D, sobre la desaparición de los teléfonos móviles, y que fueron publicadas en El País, de España.
Oliver plantea siete tendencias y reflexiones que precipitarán la desaparición de los teléfonos celulares como los conoce hoy la humanidad:
  1. El desarrollo de gafas de realidad aumentada (Google Glass), de realidad virtual (Oculus Rift, Hololens de Microsoft), e incluso de la potencial estimulación directa de la retina liberará al ser humano de la esclavitud de tener que mirar siempre hacia abajo a una pantalla pequeña. “El mercado global de lo que se conoce como pantallas montadas en la cabeza (head mounted displays) se espera que alcance los 12,28 miles de millones de dólares en el año 2020”.
  2. En medio de la proliferación de wearables (dispositivos electrónicos que se llevan puestos, la mayoría en modo de accesorio) se destaca la tendencia de los “chips implantables” en el cuerpo para medir, por ejemplo, los niveles bioquímicos de la sangre. “La mayoría de los wearables de hoy se conectan al teléfono móvil vía Bluetooth. Y aunque sin el móvil […] los wearables de hoy en día tendrían una utilidad limitada, la adopción masiva de wearables conllevará una transformación de los móviles”.
  3. La voz humana se volverá a oír, pues gracias a recientes avances en el reconocimiento del habla, ocupará un papel más importante en las interacciones con el móvil a través de asistentes personales (Cortana, Siri) e interfaces basados en el habla, “dando lugar a un concepto de móvil diferente al actual”.
  4. “¿Por qué limitarnos a la vista y la voz en nuestra comunicación a distancia, cuando en realidad tenemos cinco sentidos?”, se pregunta Oliver para introducir su idea de que en el futuro las interacciones con el móvil no serán exclusivamente visuales y auditivas. “Podremos incorporar el sentido del tacto —pudiendo enviar por ejemplo besos en la distancia— o transmitir y reconocer olores y sabores con el móvil”. Y agrega: “Probablemente, uno de los hitos más importantes en la historia de la comunicación a distancia será la capacidad de comunicarnos con el pensamiento”.
  5. En el futuro, los móviles van a estar dotados de una inteligencia mayor, “de manera que tendrán un mejor conocimiento del contexto en el que nos encontramos, de nuestros gustos y necesidades, para así poder convertirse, eventualmente, en verdaderos asistentes”.
  6. Por sus características (principalmente la de ubicuidad), los móviles permiten analizar datos sobre el comportamiento humano a nivel agregado y anonimizado, datos sobre ciudades, países o incluso continentes enteros. “La oportunidad que representa la existencia de esa información sobre la población es inmensa, sin precedentes, especialmente para ayudar a entidades gubernamentales y organizaciones humanitarias a tomar mejores decisiones”.
  7. Esa relación continua e incluso íntima con los móviles, combinada con nuestra neuroplasticidad, está ya redefiniendo quiénes somos como especie humana. “Aunque desconocemos las consecuencias a medio-largo plazo de dichos cambios en nuestra memoria, nuestra habilidad para concentrarnos y distraernos, nuestras necesidades, nuestro estado emocional y nuestras relaciones interpersonales, hemos de ser conscientes de las mismas”.
“Toda tecnología adoptada universalmente conlleva una redefinición de nosotros mismos, y el móvil, sin duda, también”, concluye Oliver.

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