viernes, 18 de diciembre de 2015

“Con Aumental le podemos dar vida a imágenes y objetos”


Carlos Adolfo Posada Salazar, publicista; Álvaro Andrés Salazar Buitrago, diseñador gráfico e ilustrador, Ánderson Pulgarín y Julián Andrés Vela, ingenieros de sistemas, son los jóvenes quindianos al frente de la empresa Aumental, que ha creado una aplicación con este mismo nombre para el uso de la tecnología conocida como realidad aumentada.
¿Qué es realidad aumentada?
Es una tecnología que nos permite alterar la realidad a través de cámaras. Un equipo paragrabar vídeo nos muestra las cosas tal cual como las vemos en la vida real, pero con esta herramienta nosotros podemos ampliar la información de lo que se enfoca con el aparato electrónico para que en la pantalla de este aparezca más opciones de lo que tiene al frente.

¿Cómo se unió este grupo para comenzar a aplicar esta tecnología en el Quindío?
Todo empezó cuando nos unimos Álvaro Andrés Salazar y yo —Adolfo Posada Salazar—. Nosotros habíamos escuchado hablar de esa tecnología y Álvaro ya estaba trabajando en cómo se producía y tratando de sacar la idea adelante. Por mi parte estaba conociendo un software con el que ya se podía aplicar realidad aumentada.
Nosotros nos aliamos y decidimos no buscar un software, sino comenzar a crear todo nosotros mismos con el apoyo de los dos compañeros más que son Ánderson Pulgarín y Julián Andrés Vela y de esta manera constituimos la empresa Aumental y desarrollamos la aplicación que lleva este mismo nombre. 

¿Cómo funciona esta herramienta?
Funciona por medio de la aplicación Aumental que este momento está disponible para dispositivos Android y próximamente lo estará para iOS. Tiene varias funciones como son el reconocimiento gráfico de imagen, por ejemplo, en el centro comercial San Sur ubicado al frente del estadio Centenario, lo que hicimos fue guardar la información de una imagen del lugar en la aplicación y configuramos todo para que cuando vea esa foto, de inmediato reproduzca una escena del polo, con osos y pingüinos.
Otro ejemplo es con el reconocimiento estructural, nosotros podemos tomar una foto de la gobernación y esta la incorporamos al reconocimiento de la aplicación con una información adicional.
De esta manera, un turista puede llegar al Quindío, tomar su celular y —parado en un sitio señalado desde el que se hizo la imagen guardada en la aplicación— enfocar  con la cámara el edificio administrativo y en la pantalla va a tener la información que los realizadores incorporen, como una descripción de la construcción, dependencias que allí funcionan, programación de actividades para el mes o la semana, etc.
Lo mismo se puede hacer con cualquier sitio de interés general o turístico.  

¿A qué apunta Aumental próximamente?
Ahora tenemos visiones que pueden impactar muchas industrias a nivel mundial, por ejemplo, uno de los activos más comunes de los empresarios es la tarjeta de presentación en la que está la información suya o de su empresa, desde mi profesión sé que estas personas quieren involucrar en un pequeño espacio muchos datos.
Con realidad aumentada podemos convertir las tarjetas de presentación herramientas didácticas con las que por medio de la cámara del celular se puede reproducir un vídeo, que permite opciones de llamadas directas, redes sociales o dar datos sobre todo el portafolio de servicios.
Asimismo, visionamos impactar con lo que tiene que ver con finca raíz y proyectos inmobiliarios, por ejemplo si en una revista sale la foto de algún proyecto de construcción que tenga su información guardada en la aplicación y un ciudadano con Aumental en su celular enfoca esa imagen podrá ver la edificación, ver en 360° como va a quedar la edificación y observar más detalles. Podemos dar vida a imágenes y objetos.

¿Cómo fue la experiencia que pusieron a disposición del público en el centro comercial San Sur?
Durante varios días llevamos allí una experiencia para el entretenimiento del público, y consistió en llevar a las personas una experiencia del polo.
Allí cada ciudadano tuvo la posibilidad de pararse en un lugar específico y al frente tenían una pantalla en la que se veían como si estuvieran en un iceberg y se encontraban con que a los lados tenían un oso polar y pingüinos moviéndose y haciendo sus sonidos.
A los niños les gustó mucho, se metían tanto en el cuento que simulaban bajar del trozo de hielo y comenzaban a nadar en el agua a su alrededor; además hubo adultos y personas de la tercera edad tratando de tocar a los animales y se desconectan de todo volviendo a ser niños con esta experiencia. Por ahora tuvimos esto en este centro comercial, pero es un espacio que puede ser llevado a cualquier lugar para el público o eventos especiales.

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