miércoles, 22 de junio de 2016

Acariciar a miles de kilómetros


El dispositivo de Emerge podrá conectarse con gafas de Realidad Virtual. INNOVADORES

Permitirá sentir una mano, además de texturas y formas volumétricasEmerge, cofundada por el español Isaac Castro, los ultrasonidos con algoritmos para aportar el sentido del tacto a la comunicación virtual

¿Hacemos un Skype? Estamos tan lejos... Pero nos vemos, hablamos, nos reímos juntos, aunque por mucho que estiremos nuestros brazos hacia la triste cámara del portátil, nuestras manos jamás se tocarán. Bueno, quien dice jamás, dice al menos, hasta finales 2017. Ésta es la fecha para la que Emerge tiene previsto el lanzamiento de su tecnología. Un sistema que cambiará por completo la comunicación entre personas en este mundo tan conectado como distante. Sí, sí. Esta startup está desarrollando una combinación de hardware y software que, gracias a los ultrasonidos, recreará el tacto en entornos virtuales. Y no se lleven a engaño, aunque opera en California, uno de sus tres jóvenes fundadores tiene pasaporte español, Isaac Castro.
Emerge ha nacido en uno de los entornos más propicios para la innovación, la Singularity University, fundada por Google y la NASA para formar a líderes en tecnologías exponenciales. El ingeniero en telecomunicaciones español cogió las maletas para iniciar un viaje «sin retorno». 80 personas de 45 países expertas en diferentes industrias, desde el cine hasta el mundo corporativo. Todas con un nexo en común: la pasión por la tecnología y las ganas de impactar en la vida de las personas.

Las ideas prácticamente brotaban con vida propia. 10 semanas intensas. Las últimas cuatro fueron las decisivas. Los alumnos tenían que formar equipos y desarrollar un proyecto. El destino quiso que Castro coincidiera con el estadounidense Sly Lee y el ecuatoriano Mauricio Terán. Los tres compartían el mismo interés. «Queríamos desbloquear el potencial humano físico y cognitivo», recuerda el español.

Les preocupaba la «desconexión que sufrimos en un mundo más conectado que nunca». Ironías de la vida. «Las redes sociales o los softwares como Skype nos limitan a dos sentidos, la vista y el oído», comenta. ¿Qué pasa con el tacto? «El tacto es crucial en nuestro desarrollo como humanos, a la hora de mantener relaciones con otras personas y en nuestra salud mental», explica. «El simple hecho de ver a alguien querido y poder darle un abrazo, lo cambia todo».
Con esa idea en mente, decidieron revolucionar la forma en la que nos comunicamos. ¿Cómo? Digitalizando y recreando el sentido del tacto para hacer posible que los abrazos salten las distancias. «Es como si fuera magia», apunta el emprendedor. Pero no lo es. Emerge es ciencia y tecnología.
Su poder se divide en una parte física y otra intangible. El hardware se sustenta en los ultrasonidos, presentes en nuestras vidas desde hace décadas como por ejemplo, en las máquinas de imagen médica. El equipo de Emerge, con la colaboración de investigadores de las universidades de Caltech y Southern California, ha modificado las frecuencias de los transductores de ultrasonidos (o actuadores) y los ha agrupado de una forma determinada. Así ha conseguido que su dispositivo, validado por la Universidad de Bristol y la Tokio, «genere una presión que ni se ve ni se oye, pero sí se siente».
Aunque la «salsa secreta» de Emerge está en el software. «Es el que nos va a permitir despegar y crear sensaciones muchísimo más complejas», adelanta el cofundador. «No sólo podremos reproducir el trazo de un dedo sobre la mano, sino texturas y formas volumétricas». Y es que el desarrollo de la empresa se basa en la premisa de que «el futuro de la comunicación está en la Realidad Virtual y en la Realidad Aumentada». «Estas tecnologías crean entornos ficticios que el cerebro humano asume como reales, pero cuando intentas tocar algo y no puedes, la magia se rompe», expone Castro.
Para añadir el sentido del tacto a las recreaciones virtuales, los algoritmos de la startup son capaces de modificar las frecuencias y la forma en la que se envían los estímulos a los transductores. «Así logramos cambiar la distancia y la localización de las presiones que creamos en el aire», comenta. Su dispositivo, por tanto, está preparado para conectarse con un visor de Realidad Virtual, que le envía las coordenadas para que pueda reproducirlas en presiones de aire en tiempo real, adaptándose a todo lo que el usuario ve.
Hace sólo unas semanas, Emerge alcanzó un gran hito tecnológico. «Demostramos que la tecnología funciona», afirma Castro. Y eso que empezaron a desarrollarla hace cuatro meses. Su futuro más próximo pasa por desarrollar sus propios transductores de ultrasonidos para reducir el coste y aumentar la resolución de la sensación de tacto. En cuanto al software, «esperamos que a finales de este año ya hayamos logrado una interacción bidireccional», anuncia. Y para principios de 2017, tiene previsto controlar superficies más complejas para, por ejemplo, «sentir una mano en toda su complejidad». Emerge, que ya ha lanzado la campaña de 'preorders' (primeros pedidos), espera que el equipo definitivo esté disponible a últimos de 2017 o comienzos de 2018.

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