domingo, 18 de septiembre de 2016

El realismo de Pokémon Go se cuela en las terapias sexuales

Los hay quienes lo consideran simplemente porno pero sus creadores aseguran que puede ayudar con algunas disfunciones sexuales

ELENA HORRILLO


Con la aplicación de la realidad virtual en terapias sexuales, quizás se consiga reducir o incluso acabar con la eyaculación precoz. ISTOCK

Imagínate delante de una actriz porno. Rubia, de media melena, perfectamente maquillada y vestida con una ajustada falda negra y una camisa azul con un pronunciado escote que insinúa convincentemente lo que se esconde debajo. Tiene un cierto aire a esas manidas secretarias o profesoras de las películas de cine X. Se contonea provocadora mientras te indica cómo debes respirar –tres segundos de inspiración y seis de exhalación– para relajarte y mejorar tu experiencia. Estáis solos en una habitación en la que puedes ver, detrás de ella, una impoluta e insinuante cama blanca. Pero no es tu habitación, no estás realmente allí y esto no es porno. Es una terapia sexual con realidad virtual.

La realidad virtual puede ayudar a que se sienta más poder y confianza de manera que, cuando uno se encuentra en situaciones reales, se puede disminuir la ansiedad de conseguir una erección o de tenerla durante más tiempo

La idea nació en Barcelona, mucho antes del fenómeno de Pokémon Go –que usa realidad aumentada, no virtual–. Todd Glider, CEO de BaDoink, asistía a una reunión sobre realidad virtual donde pudo ver cómo se usaba esta tecnología para superar el miedo a las alturas. “Empecé a pensar en aplicaciones que la usasen para hacer frente a otras fobias y a problemas de bloqueo, específicamente sexuales”, explica Glider. Era el germen de Virtual Sexology, una serie de ocho vídeos de realidad virtual, descritos por sus creadores como un “programa de terapia sexual”, que tratan temas como la respiración, los ejercicios de Kegel (movimientos destinados a fortalecer los músculos del suelo pélvico) o diversas técnicas para prevenir la eyaculación precoz. Todo ello con la inestimable ayuda de una actriz porno como August Ames que da las instrucciones, ya sea vestida de sugerente oficinista o en ropa interior.

Pero claro, si Glider quería vender su producto como algo más que porno en realidad virtual –algo que ya ofrece su empresa– tenía que contar con ayuda. Se puso en contacto con Hernando Chaves, sexólogo y terapeuta especializado en parejas y familia que les asesoró en la elaboración e introdujo la parte terapéutica. "La realidad virtual puede ayudar a que se sienta más poder y confianza de manera que, cuando uno se encuentra en situaciones reales, se puede disminuir la ansiedad de conseguir una erección o de tenerla durante más tiempo", explica Chaves a The Guardian.


Este es uno de los momentos del vídeo que verán los usuarios de 'Virtual Sexology'.

Algo con lo que está de acuerdo, a medias, Núria Jorba, sexóloga, psicóloga y autora del libro Sexo gourmet y que conoce bien la aplicación de la realidad virtual a la terapia. Le otorga el beneficio de facilitar el acceso a personas solteras o que no tienen con quien trabajar algunos aspectos del tratamiento pero no lo considera la panacea. “O se trabaja además psicológicamente en una terapia más pautada y con reestructuración cognitiva o la realidad virtual por si sola no nos lo soluciona”, asegura.

“Además se está sacando para el público en general, queriéndose adaptar a la terapia, pero no se está adecuando el contenido como debería ser”, añade. Y es que no olvidemos que la terapeuta de Virtual Sexology es una actriz nominada en varias ocasiones a los premios AVN, que no reconocen la labor didáctica sino que son considerados los Oscar del cine porno, y que ha rodado más de 150 películas para adultos. A pesar de eso, y según Glider, Virtual Sexology se puede utilizar “para hacer frente a innumerables temas, incluyendo el miedo a la intimidad, la eyaculación precoz, la disfunción eréctil y la pérdida del deseo o de la excitación”.


La terapeuta de 'Virtual Sexology' es una actriz nominada en varias ocasiones a los premios AVN, los Oscar del cine porno, que ha rodado más de 150 películas para adultos

Una de estas formas de ayuda incluye un juguete sexual –que cuesta 200 dólares, unos 179 euros– a modo de masturbador masculino. Se trata de un cilindro en el que se introduce el miembro y que puede sincronizarse con los movimiento de la actriz. Por ejemplo, si ella se dedica a acariciar el pene de arriba a abajo, el aparato crea un movimiento ondulante que replica la caricia. Sus creadores ponen como ejemplo de su uso terapéutico la práctica del método “start-stop” o parada y arranque, útil para tratar la eyaculación precoz. Se trata de la estimulación del pene hasta que se bordee el orgasmo, entonces se para durante un minuto y se vuelve a empezar. Así varias veces.

De esta forma, quizás se consiga reducir o incluso acabar con la eyaculación precoz en la realidad virtual y aunque el hecho de haberlo logrado practicando con una actriz porno como August Ames tenga su mérito, ¿qué sucedería al enfrentarse a una persona real?. “Nuestra conciencia no es tonta, sabe que estamos en una realidad virtual. Cuando llega la verdadera realidad y sufrimos la pérdida de control que es lo que da más miedo en todas las fobias, puede resultar contraproducente”, advierte Jorda.

¿Entonces? Glider asegura que esto no es solo porno. “La pornografía no es educación, la pornografía es entretenimiento. Así que con Virtual Sexology estamos tratando de cerrar esa brecha entre la educación y el entretenimiento”. Esta primera versión, explica, “contiene técnicas útiles para hacernos amantes mejores y más atentos”, algo que tradicionalmente se ha dejado de lado por parte del cine X. Es posible que no curen pero de estos vídeos sí se puede aprender, que no es poco. O al menos pueden hacerlo ellos. La versión para mujeres está en camino, según Glider, al igual que otras para problemas más específicos.

Se trata de una vuelta de tuerca a un mercado que se encuentra en expansión. Si por algo se caracteriza la industria del porno es por ser pionera en muchas de las innovaciones tecnológicas que se van produciendo y desarrollarlas hasta asentarlas, como ya pasó con el pago online. Con la realidad virtual sucede lo mismo, muchas webs de contenido adulto regalan ya, con las suscripciones, las gafas para poder disfrutarla. Y es que, aunque muchos hayan descubierto este fenómeno tecnológico gracias al boom de Pokémon Go, el porno ya había estado allí.

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