Gafas para chatear

Hace dos 

años todos hablábamos de la promesa de la realidad aumentada de Google, pero el producto que supuestamente iba a traernos ese futuro, las Google Glass, quedó en pólvora mojada y nunca pasó de la fase de pruebas para desarrolladores. Los pocos usuarios que tenían ese dispositivo (unas gafas conectadas equipadas con cámara y una pequeña pantalla en la que mostrar notificaciones) acabaron abusando tanto de él que lograron acuñar el término despectivo 'glasshole', jugando con las palabras 'glass' (gafa) y 'asshole' (agujero del culo).

Cuando parecía que había quedado claro que fabricar unas gafas con cámara incorporada no es una buena idea, otra compañía nacida de Internet decide probar suerte con un dispositivo similar. Esa compañía es la popular aplicación de mensajería Snapchat, y su producto son las Snap Spectacles.

Las Spectacles son una propuesta mucho más sencilla que Google Glass. Se trata de unas gafas de sol con una pequeña cámara de vídeo. Basta pulsar un botón para que grabe 10 segundos de vídeo y los suba a Snapchat Memories conectándose al móvil mediante Bluetooth o WiFi.

Si mantenemos el botón pulsado podemos alargar la duración a un máximo de 30 segundos. Si no tenemos el smartphone cerca y se ha perdido la conexión, las gafas almacenan los clips de vídeo para descargarlos más tarde. La batería dura alrededor de un día y la única interacción con el usuario es una luz LED que informa de cuando estamos grabando y del estado de la batería.

Vídeos redondos

Los vídeos se graban en un curioso formato redondo, pero no se publican inmediatamente. Snapchat Memories es un repositorio privado cuyos contenidos podemos compartir o no y, de hacerlo, tendrá que ser siempre a través de la aplicación móvil. Lo que las Spectacles ofrecen es una manera de grabar nuestros recuerdos desde una perspectiva en primera persona y mediante un sistema muy fácil de usar.

Esa facilidad de uso y el público al que va dirigido (jóvenes que ya usan la aplicación) quizá logre que las Spectacles triunfen donde Google Glass no lo hizo. De momento, la compañía las considera un juguete, una prueba de concepto que se pondrá a la venta de forma muy limitada este mes de octubre en Estados Unidos a un precio de 130 euros. Si tiene éxito, el verano que viene podríamos asistir a una auténtica invasión de jóvenes equipados con grabadoras en la cara.