viernes, 27 de enero de 2017

Dos años de Microsoft HoloLens: "estamos enfocados en hacer el producto perfecto"

Alex Kipman, el ingeniero brasileño, que es el rostro público de los esfuerzos de Microsoft en la llamada realidad mixta, presentados en enero de 2015, dice que por ahora seguirán enfocados en trabajar con empresas.

por Gabriel Sama

REDMOND, Washington -- Anunciado en enero de 2015, las HoloLens de Microsoft, el sistema de realidad mixta -- o aumentada, como le conocen algunos -- ha seguido evolucionando y madurando.
Desde marzo de 2016 está disponible la versión de las HoloLens para desarrolladores, las cuales recientemente pude probar en esta ciudad. Con un precio de US$3,000 (y un poco más para las empresas socias del proyecto), las gafas de realidad mixta de Microsoft están muy lejos de llegar al consumidor, o de bajar su precio. "No tenemos nada que anunciar hoy", me dijo Alex Kipman, el rostro y uno de los mayores impulsores del proyecto, que incluye la plataforma Windows Holographic, durante mi visita a las oficinas de Microsoft en el estado de Washington, cerca de Seattle.
(Escribimos más a fondo sobre Kipman en 2014, cuyo título oficial es asesor técnico del Grupo de Windows y Dispositivos en Microsoft, y que también participó en el desarrollo de Kinect).
Pero aunque no hubo noticias que compartir, Kipman abordó muchos temas importantes en el desarrollo y futuro de las gafas y la plataforma, entre ellos el enfoque actual en ofrecer la tecnología a empresas de distintos verticales, que será la principal estrategia de la empresa para la tecnología en el futuro inmediato.
Alex Kipman Microsoft HoloLens
Alex Kipman en las oficinas de Microsoft en Redmond, Washington.Gabriel Sama/CNET

El nacimiento de un nuevo medio

Actualmente, la versión para desarrolladores y comercial de HoloLens está disponible en nueve países, incluyendo EE.UU., Canadá y Alemania, y se espera que llegue a China durante la segunda mitad del año. Asimismo, Microsoft anunció en octubre del año pasado que HP, Lenovo, Dell, Acer y Asus lanzarán sus propios sistemas de realidad virtual con tecnología de Microsoft en 2017, con múltiples sensores integrados a un costo de US$299. Si bien estas versiones no tienen todo el poder y potencial de las HoloLens, son un paso que nos acerca más a una versión para el consumidor de las innovaciones en realidad mixta de la gigante de Redmond.
"Fue un año excelente y fascinante en el que vimos el desarrollo de lo que se siente como el nacimiento de un nuevo medio y del futuro de la computación", dice Kipman, quien es conocido por sus atuendos tipo rockstar ( camiseta azul impresa, chaqueta negra de lona con parches de cruces blancas, pantalones y tenis negros, barba crecida y peinado similar al de los hermanos Gallagher de la banda Oasis). Mucho del trabajo con HoloLens los últimos meses, explica Kipman, quien es brasileño, ha estado enfocado en la colaboración con socios en distintas industrias. "Trabajamos muy de cerca con ellos para descubrir dónde está la magia".
El proceso de selección, explica, es simple: "mucha gente nos llama, y contestamos las llamadas. Y a otros los vamos a buscar deliberadamente". Los socios actuales están en todo tipo de industrias, incluyendo software, salud y automotrices e incluyen firmas como Autodesk, NASA y Volvo. El proceso incluye tres días de análisis sobre el potencial de la tecnología de hologramas en cada sector, cientos de ideas y la elección de una probable a desarrollarse conjuntamente como piloto que incluye crear un prototipo y probarlo. "Es un ejercicio hermoso que beneficia a ambos", dice Kipman.
Uno de los mayores retos es educar a la gente y promover el concepto de realidad mixta, que es como Kipman describe la experiencia que ofrecen las HoloLens: la intersección de dos universos, el físico y el digital. Para Kipman, la tecnología tiene que llegar a un punto en que se sienta natural, como tener una conversación cara a cara. "¿Qué tal si de repente podemos tener ese mismo nivel de interactividad?", dice. "Todos nuestros sentidos saturados con la información que pasa en un lugar" aunque no estés presente físicamente. "Esa es la propuesta de la realidad mixta, y en cuanto a educación, si esto está bien hecho, no es necesario educar a nadie".

La importancia de la primera impresión

Una clave para lograr esto es crear una experiencia positiva, desde el primer contacto con la tecnología. Para ello, dice Kipman, hay que lograr tres cosas: que sea cómoda, que sea inmersiva y, que sea algo que no puedas hacer con ninguna otra tecnología. "Necesita transformar y permitirme hacer cosas que no se puedan hacer con ningún otro medio o dispositivo", dice Kipman.
La comodidad, por ejemplo, incluye no solo que el aparato le quede bien al usuario, sino asegurarse de que la computadora integrada no se sobrecaliente al grado de quemar al portador. También, dice Kipman, es importante asegurarse de que la experiencia sea percibida correctamente por los sentidos: "Si [la imagen] nos sale mal por más de un pelo humano, mis cálculos para comprender y dónde estás con relación al ambiente [...] tu mente dirá que algo no está bien", explica, por lo que han puesto especial cuidado en garantizar que la relación espacio-temporal en la experiencia de realidad mixta de las HoloLens se corresponda con las expectativas de la mente humana.
"Nunca quiero que la gente se frustre. En gran medida, solo tienes una oportunidad de hacer una primera impresión, y eso es muy importante", dice Kipman. "Por eso no tengo prisa para ir a un lugar a donde vaya a arruinar esa primera impresión".
A las críticas relacionadas con el reducido tamaño del campo de visión virtual en las HoloLens -- a las que este reportero se ha unido -- Kipman explica que tuvo que tomar la decisión entre resolución y volumen, algo que va directamente relacionado con la experiencia de inmersión que quiere general con las gafas, que colocan hologramas dentro del mundo real. Por lo mismo, tiene que haber cierto nivel de transparencia para que veas lo que hay frente a ti, al tiempo que debe ofrecer una imagen virtual de buen tamaño.
"Aunque es hermoso y único e impresionante, es difícil crear un lente con gran campo de visión", dice. "Si te dicen: 'puedes elegir entre una TV 2K, pero tiene que ser de este tamaño, y un televisor de cien pulgadas pero 480i [de resolución]', la mayoría de gente razonable elegirá el pequeño con resolución 2K", explica. Una de las razones importantes de la decisión es que prefiere ofrecer la opción de poder hacer tareas detalladas -- como leer una tipografía pequeña, o seguir un instructivo -- a tener una pantalla holográfica más grande.
Además, esto también impacta el costo. Actualmente, dice Kipman, su prioridad es aumentar el confort del dispositivo además de aumentar la experiencia inmersiva, lo cual apunta a una mayor inversión en el desarrollo del producto. "¿Bajará el precio dramáticamente en el proceso? No lo creo, por lo que prefiero llegar al producto perfecto en un vertical, en este caso uno que no sea para el consumidor".
Crear un dispositivo con tanta innovación, dice Kipman, ha sido un enorme reto. Desde crear el holograma y colocar la imagen en la mesa, el sistema operativo, la tecnología óptica, espacial y eléctrica, hasta el desarrollo de una computadora completa independiente que cargas en la cabeza, "nada de esto existía", dice, y crearlo fue "sumamente difícil, y delicioso".
Sin embargo, a pesar de que las gafas son lo que más ha llamado la atención, desde la presentación en 2015, Kipman y Microsoft han insistido en que esto es una plataforma llamada Windows Holographic, cuya meta es crear un ecosistema de productos de distintas gamas, que en la actualidad abarca en un extremo los productos de US$299 que HP y otras están por lanzar, y el HoloLens de US$3,000 en el otro.

El futuro inmediato, y más allá

"Me encanta toda la innovación", dice Kipman, "y mientras más cosas de éstas sucedan, mejor", en referencia específicamente a Pokémon Go, que introdujo en 2016 el concepto de realidad aumentada a millones de personas. "Se está volviendo cada vez más difícil argumentar que éste no es el futuro de la computación".
Mientras tanto, Microsoft se enfocará -- impulsada por la energía de Kipman -- en seguir desarrollando HoloLens y la plataforma Windows Holographic con diversos socios empresariales. ¿Cuándo veremos una versión para el consumidor? Kipman explica que el primer paso es lanzar un paquete que no sea solamente para desarrolladores y que cualquiera pueda comprar. Pero la pregunta importante, dice, es cuándo veremos una versión de menos de US$1,000, o que el HoloLens de US$3,000 sea tan bien recibido que la gente esté dispuesta a sustituir todos sus gadgets - TV, teléfono, tableta, etc. - a cambio de este único (y costoso) dispositivo. "Existen planes para estas dos cosas, aunque no los voy a anunciar hoy", dice, insistiendo que la estrategia actual es hacer el mejor producto posible de la mano de sus socios empresariales.
"¿HoloLens en sí se volverá para el consumidor? Por supuesto, con el tiempo. Pero hoy estamos enfocados en el sector empresarial, donde ya estamos transformando la vida de la gente desde el año pasado".
Mientras tanto, nos quedaremos esperando el día en que todos podamos disfrutar de la compañía de hologramas en la sala de nuestra casa, por menos de US$1,000.

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