Uno de los grandes cambios tecnológicos que ya tenemos cerca, pero que aún no han impactado del todo en nuestra sociedad es la realidad aumentada o RA. Este término define la visión de nuestro entorno físico a través de un dispositivo tecnológico en el que se incorporan informaciones o datos adicionales para crear una nueva realidad ampliada o aumentada.
En ella, lo que vemos con nuestros ojos se incrementa por los dispositivos tecnológicos que superponen gráficos o imágenes adicionales y que, en cierto modo, mejoran lo que percibimos. Sería una mezcla de realidad física con una realidad virtual añadida por el dispositivo tecnológico para crear una nueva realidad mixta.
Resulta imprescindible explicar que la realidad aumentada es muy distinta de la realidad virtual que utilizan los videojuegos para lograr experiencias más intensas. La virtual consiste en fabricar una realidad nueva lo más parecida a la física con la diferencia de que el usuario no percibe la verdad y sólo identifica la virtual o fabricada por el juego.
Las aplicaciones de la Realidad Aumentada son múltiples, pues el mundo real se hace interactivo y digital. Además, la información adicional sobre el entorno físico y los objetos puede ser almacenada y recuperada como una capa de información en la parte superior de la visión del mundo real.
Realidad aumentada
Para entender mejor la Realidad Aumentada habría que pensar en un dispositivo que conjugue una cámara que vea lo que ve el usuario, con un procesador que combine realidad física y aumentada, una pantalla en la que se superponga la aumentada a la física y un activador, un elemento del mundo real que el software utiliza para reconocer la realidad física y seleccionar la información virtual que se debe añadir.
Quizás la mejor imagen que pudimos tener de algo parecido a la realidad aumentada fueron las Google Glass o las gafas del buscador de Internet que nunca llegaron a funcionar. Eran unas gafas que en la parte interior de la lente superponían información sobre lo que el usuario miraba, pero no terminaron de cuajar, tal vez porque los usuarios ya esperaban algo más, una realidad aumentada real.
Desde un punto de vista tecnológico, una realidad aumentada es más rica que la experiencia de las Google Glass porque no se limitaría a dar información. Unas gafas de realidad aumentada podrían tener incorporado un callejero que nos indicara cómo llegar a un sitio y no sólo la información de que disponga un buscador de los lugares que dejamos atrás.
En el sector inmobiliario una de las innumerables aplicaciones que podría tener la realidad aumentada sería la posibilidad de ver en tiempo real un proyecto en construcción. Sería algo así como plantarte delante de un inmueble y ver cómo quedaría tras una reforma determinada.
Del mismo modo, un turista podría ver una reconstrucción virtual de unas ruinas en Roma o percibir cómo sería la Sagrada Familia de Barcelona si estuviera acabada su construcción.
Pero volviendo al presente, una realidad aumentada podría informarte del precio de un inmueble que esté a la venta con que te quedes mirándolo, o de las ofertas de alquiler o venta en un bloque de apartamentos que está frente a tus ojos.
http://proptech.es/ojos-futuro-miraran-realidad-aumentada/
0 comentarios :
Publicar un comentario