viernes, 22 de diciembre de 2017

SketchAR: dibujar a mano alzada es más fácil gracias a la “realidad aumentada”






Aunque hay quien considera que la realidad virtual y la realidad aumentada están un tanto sobrevaloradas, cada vez hay más hardware y software que permite explorar e interactuar con el mundo de una forma visual y diferente, bien sea a través de gafas de realidad virtual u otros dispositivos más habituales, como el smartphone.

SketchAR es un excelente ejemplo de cómo una pequeña app puede dotar de un sinfín de posibilidades a un smartphone siempre que vaya equipado con el hardware adecuado: una buena cámara y un buen procesador gráfico. Su misión es servir de herramienta para dibujar calcando imágenes a mano alzada.

Las imágenes originales aparecen en el móvil, pero superpuestas a la imagen real de la mesa que se obtiene a través de la cámara –en este caso, el papel y la mano con los instrumentos de dibujo. Pese a que parezca un poco raro o incluso cercano a lo imposible, es fácil e intuitivo seguir los trazos y dibujar realmente lo que se está viendo. Basta mirar la pantalla del móvil. Es una curiosa forma que tiene nuestro cerebro de procesar las imágenes que llegan a los ojos, sincronizando los movimientos precisos y adecuados de los dedos para poder seguir las líneas con el lápiz.



Para comenzar a trabajar basta descargar SketchAR en Google Play [app gratuita] y preparar una hoja de papel en blanco, que puede ser tamaño A4 o A5 (medio A4). Primero hay que dibujar cuatro círculos de aproximadamente 1 cm en diferentes partes de la hoja para que sirvan de posiciones de calibración. A continuación, basta aceptar los permisos de acceso a la cámara y colocar el móvil de forma que pueda captar el papel por completo.

Previamente, se puede elegir cualquier dibujo de prueba, de los cuales la app incluye una amplia muestra: animales, rostros, naves espaciales y otros objetos –en una gran variedad de estilos. O también se pueden elegir fotos de la galería, que se mostrarán “convertidas a trazos” para que se puedan calcar más fácilmente –para lo cual cuenta incluso con un pequeño editor de imagen. Aunque esta idea funciona mejor en blanco, una vez completado el dibujo, se puede colorear con lápices o rotuladores, claro.

Cuando el dibujo aparece superpuesto a la hoja, el terminal se puede mover ligeramente para mayor comodidad –procurando siempre que la hoja no se mueva (lo mejor es fijarla a la mesa). La imagen se adaptará a la posición y perspectiva sin mayor problema. Incluso se pueden utilizar dos dedos para rotar, ampliar o mover el original y colocarlo en el lugar deseado de la página.

Una vez completado el dibujo se puede “fotografiar” con el botón de disparo de la cámara, para inmortalizarlo y llevarlo a la galería u otras aplicaciones. La app incluso permite la creación de timelapses (grabaciones a “cámara rápida”), en los que elimina el dibujo original para que sólo se vean los trazos que se van marcando sobre el papel. Una excelente forma de practicar y aprender a la vez.

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